Que nos quedemos en la casa ha sido el principal llamado estos días para combatir el coronavirus, tanto en Chile como en el mundo. Está claro que estamos viviendo una de las crisis sanitarias más grandes de los últimos tiempos, y la incertidumbre y el miedo, lamentablemente, cada día se hacen más presentes en la sociedad.
No quiero ser alarmista, pero creo que debemos extremar las medidas para que en nuestro país no vivamos la realidad que existe en Italia o España, sobre todo teniendo en cuenta que acá aún no entramos al invierno, estación del año crítica en materia de enfermedades respiratorias.
Por mi parte, en mi labor como senador, mi compromiso está en la aprobación de proyectos que busquen el directo beneficio de los chilenos, pero no cayendo en un populismo que, a la larga, le hará daño al país y a toda la gente. Nos debemos cuidar entre todos, hoy, como nunca antes, los intereses políticos, partidistas e, incluso, personales, no deben estar por sobre el bien común de todos nuestros compatriotas.
La suspensión en los pagos de servicios básicos se hace sumamente importante, la congelación de las deudas por créditos o con casas comerciales, y la correcta implementación del teletrabajo y la seguridad laboral de los chilenos son medidas primordiales. Además, le he solicitado formalmente al Presidente que conforme una mesa de trabajo con especialistas y distintos sectores de la sociedad para buscar el correcto camino a seguir.
Normalmente el virus en el mundo se ha ido desarrollando en un periodo de 12 semanas, y en nuestro país aún no estamos en el peak de esta pandemia. Según el gobierno eso será a fines de abril y principios de mayo, y cuando llegue ese momento debemos estar preparados para que el impacto sea lo menor posible. Por eso es importante conformar esta mesa a tiempo, para proyectar soluciones concretas y, sobre todo, responsables.
Hoy la principal manera de protegernos es quedarnos en nuestras casas, en la medida de lo posible, pues sé que hay personas que siguen yendo a sus puestos de trabajo por miedo a perderlos o porque, simplemente, no pueden hacerlo desde la casa, y ante la crisis dejar de recibir ingresos se trasforma en un tremendo problema.
Chilenas y chilenos, unidos debemos enfrentar esta crisis, cada uno aportando desde sus veredas, o con el simple acto de quedarnos en casa si podemos, y siempre pensando en proteger a quienes esta pandemia puede pegar más fuerte.