Este año es de elecciones parlamentarias y como en cada proceso veremos desfilar una serie de candidatos, muchos de ellos “afuerinos” que vienen a busca representar el Maule en el parlamento.
Sin embargo, por años hemos visto cómo nuestros diputados y senadores son figuras cada vez más alejadas del sentir regional y con más desarraigo o desconocimiento de lo que auténticamente somos los maulinos; lo que se refleja en los proyectos que presentan y las leyes que aprueban.
Esto no es menor, puesto que la lógica de tener parlamentarios que representen a las distintas regiones del país, es para que la voz y realidad de todos los chilenos se haga sentir al momento de elaborar las leyes. Sin embargo, todo parece decidirse sin tomar en cuenta las regiones, siguiendo una agenda propia decidida desde la capital y a puertas cerradas por los partidos.
El problema viene a ser las designaciones que por años se han hecho desde las cúpulas de Santiago, donde figuras importantes para los partidos políticos se reparten los cupos parlamentarios, dejando fuera a quienes por años han trabajado y conocen su región.
Cabe preguntase, además, si quienes han representado al Maule en el Congreso, han trabajado en proyectos que beneficien directamente a la región. Si bien los parlamentarios deben legislar para todo el país, son pocas las iniciativas que hayan nacido o sido impulsadas desde un problema o realidad regional.
También debemos entender que este es un asunto cultural y mental, donde se ve y exhibe como algo beneficioso la cercanía con las redes de la capital, está en nuestra mente pensar que algo bueno siempre es de Santiago: la cultura centralista como forma de entender el mundo, debemos superar esto, no tener miedo, no tener límites.
Por eso es hora de elegir autoridades que conozcan la realidad de la Región del Maule, que al menos hayan vivido parte de su vida en la zona o que hayan nacido en alguna de nuestras comunas, al menos que le puedan ofrecer a los maulinos una conexión y sentimiento de arraigo por nuestra región.
Juan Castro Prieto.