El trabajo y el esfuerzo marcan el destino de una persona. Muchas veces la injusticia se hace presente, y aunque muchos trabajen más de ocho horas al día los, réditos nunca llegan. Esa es realidad de muchos chilenos, que laboran hasta los siete día de la semana, para poder dar un buen pasar a su familia. Aun así no alcanza.
Como representantes debemos velar por la seguridad de nuestros trabajadores, que no se vulneren sus derechos, para que así se puedan desenvolver en un ambiente laboral digno y con las condiciones mínimas para un buen desempeño, como se les exige. Y hablo con autoridad, porque durante mi vida me ha tocado conocer las dos caras de la moneda.
Como técnico en estructuras metálicas comencé trabajando en un taller, muchas horas por jornada, y casi todos los días de la semana. Durante la marcha tuve el valor de emprender, de independizarme. El trabajo fue mucho más arduo, mucho más sacrificado, con muchos fracasos, pero con sacrificio logré salir adelante y convertirme en un empresario que logró dar trabajo a cientos de personas.
Me gusta contar mi historia porque siento que muchos trabajadores pueden tomarla como experiencia para emprender. De hecho, la Asociación de Emprendedores de Chile en el Maule (Asech Maule), me invitó a compartir mi experiencia con ellos, para así ayudarlos a fomentar el emprendimiento en la zona, y que los maulinos se motiven a dar ese paso que, muchas veces, asusta.
El 1 de mayo, el “Día Internacional de los Trabajadores”, no es un feriado más, es una fecha que conmemora la lucha por los derechos de los trabajadores, luego de la muerte de un grupo de sindicalistas que fueron ejecutados en 1886 en Estados Unidos, en protesta por obtener mejores condiciones laborales.
En Chile aún tenemos una deuda, pues muchos se encuentran trabajando bajo pésimas condiciones, sin un contrato que les dé una seguridad básica. El tema creo que es mucho peor con los extranjeros, y existe un aprovechamiento de la situación que están pasando y les ofrecen trabajos muy mal remunerados, y de gran exigencia.
Hoy quiero rendir un homenaje a quienes día a día luchan incansablemente por salir adelante, a quienes realizan responsablemente su labor diaria, y a quienes siguen luchando por conseguir una oportunidad.